En los bosques vírgenes del departamento de Madre de Dios,
habitan tribus selváticas, como los Machiguengas, los ese ejas , los Mashco
piros, los harakmbut , los huarayos
(prácticamente exterminados), los Huachiparis, los Shirenis, los Iñaparis,
los Amaracaere, casi todos incorporados a la civilización por misioneros
evangélicos, pero que aun conservan mucho de sus costumbres ancestrales.
Estas poblaciones nativas poseen muchos mitos y leyendas, es impresionante
la concepcion filosofica, desde el huanamey y el
mismo shajaoo, algunas esotéricas; hay gran difusión de la medicina a base brevajes especiales atraves del curanderismo sobre la base de la gran
cantidad de plantas medicinales que existen.
Por eso las poblaciones
nativas en madre de dios constituyen una gran fuente de riqueza turistica
cultural que en la que tambien hay que hacer una observacion desde otro angulo.
DEBILITAMIENTO CRECIENTE DE IDENTIDAD CULTURAL.
En la actualidad, con la penetración de la economía mercantil,
la gran mayoría de los grupos indígenas de la amazonía, vienen perdiendo
valores, costumbres y tradiciones. No son más colectores, pescadores y
cazadores. Pues, el contacto con el mundo occidental ha generado cambios sustanciales
en la producción, la reproducción y en sus patrones de consumo de estas
Poblaciones Indígenas.
En la caza, la escopeta reemplaza al arco y flecha, donde las
nuevas generaciones incluso ya no son diestros en el manejo de la flecha. La
actividad simbólica de la preparación del masato disminuye de importancia y se
viene reemplazando por la cerveza, la gaseosa y otras bebidas. Usan ropas
occidentales, sólo cuanto tienen que recibir a los turistas o en eventos
importantes se ponen trajes típicos.
En Madre de Dios, muchas Comunidades Nativas, cuentan con
tiendas donde venden pilas, azúcar, aceite, caramelos, fideos, gaseosas. Como
consecuencia, los ambientes ya enfrentan depredación y polución a través de
botellas de plástico y latas de conserva.
La nueva generación, utiliza celulares, se divierte con música
brasileña, a muchos de ellos no les gusta la música peruana. Incluso tienen
vergüenza de hablar su lenguaje nativo y muy pocos son las tradiciones que aún
se conservan, con excepciones de las personas mayores. Sin embargo, en la
Comunidad Nativa de Pariamanu, los más antiguos, son los que no quieren enseñar
a la joven generación su lenguaje, arguyendo que eso les trae feos recuerdos
del tiempo del caucho.
A pesar de ello, los jóvenes de la mencionada Comunidad, con
motivo de su Aniversario acordaron revalorar su identidad cultural, mediante
dos danzas que lo denominaron: “El Borracho” y el “Mentecato”. Una danza que se
ejecuta también en Pucallpa. La primera danza satiriza la borrachera de los nativos
y la segunda satiriza a los jóvenes “aculturados” que retornan a su comunidad y
tienen vergüenza de tomar su mazato y bailar sus danzas.
Indudablemente, que este debilitamiento y la ruptura
generacional del saber tradicional que existe entre la joven generación y las
personas mayores, ha sido tomado en consideración por la Industria del Turismo,
por cuanto de que si desaparece los rituales, las creencias, costumbres y
cosmovisión en la Amazonía, ya no sería rentable el ecoturismo vivencial, mucho
menos sería objeto de consumo, disponible a los turistas que nos visitan a la
zona.
Es más, según la filosofía de las grandes empresas turística,
las comunidades Indígenas todavía “tradicionales”, no están capacitados en la
administración y conservación de la naturaleza, por eso creen que ellas mismas
en cooperación con la Industria del Turismo pueden administrar y conservar
adecuadamente la naturaleza bajo un plan ecoturìstico nacional.
Entonces, para “proteger” el “mundo salvaje”, “Paraíso
salvaje” y sus habitantes “semicivilizados” se debe crear Áreas Protegidas a la
conservación de la Naturaleza, que es la principal mercancía incorporada por el
turismo. De ahí que todo Proyecto del ecoturismo, dirigido por Empresas
ecoTurísticas, ojo, pondere el rescate y
la revaloración de la
identidad de las Poblaciones Indígenas para después apropiarse
y convertirlo en mercancía, sometido a la oferta y demanda de un mundo
globalizado.
Brindenos su apreciacion estimado lector.